La mediación familiar es un proceso que puede ayudarte a resolver disputas de manera pacífica y efectiva. En Abogaclic, entendemos la importancia de encontrar soluciones amigables a tus problemas, ya sean familiares, empresariales o vecinales. Descubre cómo un mediador profesional puede guiar a las partes en conflicto hacia un acuerdo mutuamente beneficioso.
Seguro has oído hablar de un mediador, esa persona que trabaja para reconciliar a otras dos en medio de un conflicto, ya sea de naturaleza familiar, empresarial o vecinal. La mediación es una práctica con una larga tradición y, en España, se regula mediante una ley implementada en 2012. A continuación, te explicamos en detalle el papel de un mediador profesional al ayudar a resolver conflictos.
Durante un proceso de mediación, un mediador profesional actúa como un facilitador de la comunicación entre las partes en conflicto. Su objetivo es asegurarse de que todas las partes cuenten con la información y el asesoramiento necesarios para abordar la disputa de manera informada.
La ley exige que el mediador adopte una conducta activa para acercar a las partes, manteniendo al mismo tiempo una posición neutral e imparcial. Esto significa que el mediador no toma partido, sino que permite que las partes lleguen a un acuerdo por sí mismas.
La neutralidad del mediador implica que su papel es permitir que las partes encuentren soluciones por sí mismas, dándoles el protagonismo en el proceso. La imparcialidad asegura un equilibrio constante entre las partes, garantizando igualdad de oportunidades y respetando sus puntos de vista.
Si te preguntas qué necesitas para convertirte en un mediador de conflictos en España, debes cumplir con ciertos requisitos:
La mediación es una alternativa efectiva a los tribunales y puede transformar conflictos en oportunidades de crecimiento y cooperación. En Abogaclic, te ofrecemos servicios de mediación familiar para ayudarte a encontrar soluciones pacíficas a tus desafíos. ¡Contáctanos hoy mismo y descubre cómo podemos ayudarte a resolver tus conflictos de manera eficaz y amigable!
En España, es necesario haber estado casado al menos durante tres meses antes de poder presentar una solicitud de divorcio.
En un divorcio de mutuo acuerdo, ambas partes están de acuerdo en poner fin al matrimonio y acuerdan los términos del divorcio, mientras que en un divorcio contencioso, no hay acuerdo entre las partes y el juez debe tomar decisiones sobre cuestiones como la custodia de los hijos y la distribución de bienes.
No siempre es obligatorio, pero es altamente recomendable. Un abogado puede brindar asesoramiento legal y ayudar a negociar acuerdos, mientras que un procurador es necesario para representar a una de las partes en el juicio. Tener asesoramiento legal puede garantizar que el proceso se realice de manera justa y equitativa.
La duración de un divorcio puede variar, pero en general, un divorcio de mutuo acuerdo tiende a ser más rápido, a menudo resolviéndose en unos pocos meses. En cambio, un divorcio contencioso puede llevar más tiempo, a menudo varios meses o incluso más de un año, dependiendo de la complejidad del caso.
En un divorcio, la custodia de los hijos se decide en función de su interés superior. Puede acordarse una custodia compartida o que uno de los padres tenga la custodia principal. Además, se establecen acuerdos sobre visitas y pensiones alimenticias para los hijos, según las necesidades de estos y las circunstancias de los padres.
Nuestros intereses son los tuyos, trabajamos a comisión: solo cobramos si tu cobras.
Ricardo de la Peña
Nº de colegiado: 40424
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